Tu boca
me arrastra;
sin saber de dónde
ni para qué.
Vacía y repleta.
Melodía que vuelve
a iluminarme
—o desahogarme—.
Besos que
auguran noche.
Aleteos de
último vuelo.
Boca cerrada
y entumecida
que de palabras
no deja rastro.
Boca enterrada
en cada huella,
en cada esquina.
No hay atajos.
Pongo en
tu boca
mi todo
volcado.
Pongo en
tu boca
mis siglos,
mis pasos.
Pongo en
tu boca
mi deseo:
un futuro
claro.
Poema que forma parte del libro “Tú, yo y el mundo”.
PRECIOSO… Gracias por compartirlo. Abrazos.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Muchísimas gracias Lola!!
Me gustaLe gusta a 1 persona