Dicotomías

El acierto o el error, todo lo que hice por amor.

La rabia y el enfado, nada justifica todo lo que me has robado.

Las noches y el café, ninguno me dijo que serías infiel.

La mano que acompaña o rechaza, borra hasta el último rayo de esperanza.

La lluvia y el rayo, explícales cómo el sentimiento me callo.

El timbre y su puerta, la que te dije que por ti estaría siempre abierta.

Dicotomías del querer, del odiar, que en un paso invierten sus papeles.

Y pasan a convertirse en

lo que fui y lo que seré: explicación de lo que solo hoy sé.

3 comentarios sobre “Dicotomías

      1. Me alegra que hayan sido de tu agrado mis letras, Eva
        Y si fuera el caso de que a poco te hubieran sabido, no tienes más que decírmelo, pues has de saber que hasta mis córneas y mis retinas se prestan a serte útiles, y tanto las virtudes como las perlas, que seguro que unas cuantas tienes, te puedo elevar por encima del nivel del mar, y que en el este sean tus huellas más visibles que en el norte y que lo que a la sombra sea necesario que tengas que no le de el sol y no sean dobladas por doblar tus esquinas y azar y suerte no se te enemisten el finito no se te menosprecie o se te apresuren los atajos o por encima de todo, en buena hora sean dadas todas tus horas

        Porque, Eva, sin tapujos, por no ser solo tus pestañas lo que no me cansaría nunca de rozarte, jaja, y no haber equivocación en tu intuicion y no carecer de soliloquios tus diálogos y estar tan atinada tu veracidad que son incapaces de mentirte los osos, en definitiva, por qué parejos tienes el más Allá y el más Acá y ambos están para contemplarlos y observarlos y espiarlos, que nunca nadie te haga creer, que lo suyo, tu oro, no pesa

        Y una pregunta
        Qué te saque la risa o los colores
        Qué prefieres?
        Porque si es lo primero espero ya haberlo conseguido
        Y si es lo segundo
        Con mi poesía
        Con preámbulos o sin ellos
        En groso modo
        Lo hipnotizado
        Te despierto
        Y las cosquillas
        Y la sal
        Y lo señalizado
        Y los deseos que no se van por la tangente
        Te encuentro
        Y el barroco o el rococó
        Del agua bendita te lo alejó
        Y por cada conejo
        Te saco dos tejones de la chistera
        Y si hay colofón
        Qué este vivito y coleando
        Y con la hierba rala
        Y las tejas rojas

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