Tras un largo camino recorrido de varios años
sosteniéndote como un hilo atado persistentemente
a la realidad concebida con tonos y matices particulares.
Observando constantemente como te desdibujabas
y te volvías a recrear desde tus trazos esenciales.
Lamentando cientos de hechos indescifrables
y verdades aparentemente contradictorias.
Fue así que con un simple cambio de dirección
todo lo vivido y no vivido pareció desvanecerse
con una ruidosa quietud.
Los días, meses y años avanzaron como un tren
que se mueve eternamente sin un destino final
y solo se detiene en ciertas paradas no contempladas
para recoger pasajeros esporádicos y temporales.
El mismo paso del tiempo invariablemente terminó
por marchitar tu fulgurante apariencia,
hasta el punto que hacía dudar de tu origen.
Continuar sin perderse mirando al pasado
se vuelve imperiosa necesidad,
pues de lo contrario nuestra mortalidad
nos termina pasando factura de una manera más dolorosa.
Y a pesar de todo, continúo este trayecto con tu reminiscencia
como equipaje, consciente de que pronto dejaré que se esparza
en el camino transitado, para así finalmente salir en búsqueda de
aquello que sí es real y vívido, y no solo un vago recuerdo
que no por ello implica que éste último
haya sido insignificante o innecesario.
Bellas palabras me tocaron el corazón
Me gustaLe gusta a 2 personas
Interesante sensible
Me gustaLe gusta a 2 personas