Demasiado tiempo perdido
besando labios equivocados
por intentar encontrar
lo que ella consiguió despertar
sin ni siquiera rozarlos.
Desde ese día vivía en sus estrellas
sin temor a la fugacidad de las mismas.
Me mudé a su sonrisa.
Y bailaba en sus labios
sin miedo a la posible caída.
Porque yo era una puta loca enamorada
del precipicio de su boca
y no temía morir
porque ya había encontrado el éxtasis.
Y a su lado me di cuenta,
de que hay personas que son Cielo.
Pero tras su paso aprendí,
que ni siquiera el Paraíso es eterno
aunque lo cuides.
Suele suceder que amamos lo finito, aquello que siempre supimos que no permanecía, pero ello no impidió amarlo con locura… besos al vacío
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Cierto, muchas veces pasa que besamos a labios que saben a despedida pero el corazón manda y nada se puede hacer.
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