Deseos

Cuando sea chica,
iré a la escuela los sábados y los domingos,
mientras que el resto de los días
conformarán un abultado y divertido
fin de semana.
Mi madre me regalará
todos los vueltos
para comprar golosinas.
El viejo de la bolsa,
como el muñequito tonto en la tele
que anunciaba el horario de protección al menor,
habrán sido jubilados.
No habrá figuritas difíciles
y la piñata tendrá siempre
caramelos para todos.
Cultivaré en mi jardín tomates con cara de Mickey,
chupetines con chispitas
y chocolates de todos colores.
Mis padres me dejarán
dar vueltas por la casa
descalza, desnuda
y con el pelo mojado.
Todos los canales del cable
serán de dibujitos animados.
Los niños no tendrán que llorar
ni ir al médico,
porque un abrazo de oso
podrá curar todas las enfermedades.
Hacer globo con el chicle
y llegar al nivel 9 del Mario Bross
será tan fácil
como andar en bici sin rueditas.
No tendré tías fumadoras
que te acurrucan con ganas
los dos cachetes de la cara
mientras con un beso
los decoran de pegajoso rojo.
No invitaré a mi cumpleaños
a los chicos que te empujan
la cara en la torta.
Todas las abuelas
tendrán el pelo redondo y blanco,
olerán a frutillas,
contarán cuentos con finales felices
y cocinarán ricas tortas.
Siempre habrá un hermano
listo para jugar.
Haciéndome la dormida,
espiaré a Papá Noel,
los reyes y el Ratón Pérez.
Los relámpagos y truenos
serán fuegos artificiales.
Cada vez que una pelota caiga
en la casa del lado,
la vecina la devolverá al instante
y regalará alfajores y chocolatada
para todos.
Las gallinas
solo darán huevos con sorpresa.
En todas las esquinas
existirá un hospital de juguetes.
Las pesadillas
serán películas de Disney.
Cuando sea chica,
no creceré jamás.

Flora Aliaga
@floraaliagaescritora
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