Mi taza de siempre, roja.
El humo,
improvisada coreografía
de eróticas volutas transparentes.
Una mañana más,
los días con sus sombras.
El tiempo,
escurridizo contoneo burlesco
que huye aprisa.
Porta pedazos de ida sin retorno.
Nada retorna.
Mi taza de siempre, porcelana roja.
Al final seremos uno
la taza, su humo, mis letras,
los días con sus sombras.
La vida,
breve desayuno de domingo.
Mi taza de siempre, sola.
Un par de canciones, algunos poemas
y el cómputo de risas y congojas.

Ana InVerso
versoinverso
Leer sus escritos
Deja una respuesta