Me(n)sura

Ayer cumplí catorce. Estoy muy alto, crecí mucho hace poco. Y estoy tranquilo, solo, en el jardín de atrás de casa, cómodo y fresco. Nadie me molesta. Camino tranquilo. Descalzo sobre el pasto. La gramilla me cosquillea. Me mido tranquilo. Me tanteo tranquilo. Más cosquillas. Desde los doce tengo la costumbre de medirme con losSigue leyendo «Me(n)sura»

Viejo a los veintiuno

No puede ser. Siempre tropezando con la misma piedra. No cambia más. Otra vez Tahir la engañó con la primera que encontró. Igual que aquel otro, el petiso desacatado, no aprende más. Se les tira encima sin pensar. No como yo, que ahora estoy en otro plan, más tranquilo. Ya no es como en aquellosSigue leyendo «Viejo a los veintiuno»

Nuestro tiempo

A veces por desidia dejas correr los meses, años… Cuando te das cuenta ha pasado más tiempo del que pensabas. Alarmada piensas en todo lo que has perdido. La cabeza te dice que tal vez no es buena idea, pero el corazón salta de alegría. Te preguntas cómo serán ahora aquellas amigas con las que compartisteSigue leyendo «Nuestro tiempo»

Letanías adolescentes

¿Tienes novio, dulce ilusión humana,linda princesa juvenil y bella,resplandeciente y cariñosa estrella,exquisita preciosidad romana? ¿Tienes novio, finísima figura,imagen hechicera y seductora,purísima mujer torturadora,viento del este que nos trae frescura? ¿Tienes novio, aparición de diosa,pintura virginal y femenina,otrora sabia majestad delfina,existencia querida y luminosa? ¿Tienes novio, metáfora perfecta,esperada y muy justa primavera,sonrisa amable que me regenera,muchachaSigue leyendo «Letanías adolescentes»

Primeros tantos

Mauro se instaló en la puerta y la esperó a que llegara. Ahora, solo ella le importaba. No le interesaba haber sido el goleador campeón de la cancha. Ahora buscaba otra cosa. Ya no soportaba más así, sin poner en práctica de una vez lo que él sentía como su hombría. Era apenas un cachorroSigue leyendo «Primeros tantos»

Fraterno amor

Entrando en la plaza de comidas del centro comercial, Ismael lleva tomada de la mano a Alicia. Camina rápido, encuentra uno de los últimos lugares libres; ¡qué suerte a esta hora! Tiene la cabeza llena con otros asuntos que no se arreglan tan fácil. —Isma, qué lindo que te queda ese equipo deportivo negro conSigue leyendo «Fraterno amor»