
Flora Aliaga es ante todo motivada, inquieta y obsesiva con los extraños tópicos que suelen llamar su atención. Su interés detallista en tópicos tan disímiles como la historia, la cultura, la literatura, la música, la siempre sorprendente naturaleza humana y la vida misma, más su indomable creatividad y una voluntad que roza lo patológico, la llevaron a encontrar en la escritura un espacio de creación propio, el que transita como el mayor de sus placeres, lo que no pocas veces la abstrae de las urgencias del mundo. Es autora de “Retratos propios de sucedidos ajenos” Veinte relatos para compartir, publicado en 2014, y de la novela “La mujer que no conocía el mar”.